Los días 10 y 11 de junio un grupo de 10 socios disfrutamos un fin de semana de iniciación al descenso de barrancos en los alrededores de Broto (Huesca), gracias a Javi y Lorena que fueron excelentes guías y organizadores.
El sábado por la mañana nos iniciamos en el barranco Viandico, que en su primer tramo estaba completamente seco. Aunque pueda perder en encanto, esto nos permitió tomar un primer contacto con las cuerdas, el ocho y aprender tres maneras diferentes de rapelar: con cuerda simple, con cuerda doble, y de nuevo con cuerda simple pero aprovechando el mosquetón para maximizar el rozamiento y perder velocidad.
En su segundo tramo ya con agua, nos pusimos los buzos y empezamos a avanzar tramos a nado, pasando por rincones más estrechos y con encanto, además de disfrutar de unos pocos saltos (la parte que más respeto nos imponía a la mayoría).
Después de una pequeña pausa para reponer fuerzas, nos dirigimos al barranco Furco, donde nos encontramos rápeles con mucha más longitud y con la dificultad añadida de estar bajando por la propia cascada. Algo más duro que el de la mañana debido a que era sombrío y empezaba a hacer algo más de frío, el barranco mereció la pena especialmente por los toboganes tan divertidos que tenía.
El fin de semana nos tenía reservada una pequeña sorpresa más ya que el domingo por la mañana disfrutamos del barranco Las Gloces. Le hicimos con cierta agilidad puesto que ya nos sentíamos con más confianza en nosotros mismos para rapelar y era mucho menos vertical que los anteriores. Completamente encajado en un cañón, era de una belleza espectacular y perfecto para finalizar esta iniciación. Para la mayor parte de nosotros era nuestra primera vez descendiendo por barrancos y aprendimos y disfrutamos muchísimo. ¡Ahora a aplicar lo aprendido en próximas salidas!
